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La CIDH lanzó su informe: Avances y desafíos hacia el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI en las Américas

Hijas!

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, publicó hoy su informe: Avances y desafíos hacia el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI en las Américas

La CIDH ha monitoreado, en los últimos años, la situación de los derechos de las personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género diversas.

La CIDH conoció sobre los desafíos enfrentados por las personas LGBTI en las Américas y la alarmante realidad de la violencia generalizada en su contra. A partir del conocimiento de la violencia hacia personas LGBTI hizo una serie de recomendaciones a los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos OEA, con lafinalidad de proteger la integridad física y psicológica de y psicológica de laspersonas LGBTI, así como impulsar el reconocimiento de sus derechos.

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No hay lugar seguro: migrantes LGBT de Centroamérica

Autor: Luis Eduardo Barrueto

La historia de Marbella —que figura en un informe reciente de Amnistía Internacional— puede parecer un caso aislado para quien no conoce la situación de violencia, estigmatización y discriminación contra las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) en Guatemala. Pero es un fenómeno cada vez más fuerte y que, sumado a la espiral de violencia en la que vivimos en la región, está llevando a muchos conciudadanos a huir del país en busca de protección. Huyen para salvar la vida.

Crímenes por prejuicio

Si bien no se cuenta con cifras oficiales precisas sobre ataques a personas LGBT en países del Triángulo Norte, diversas organizaciones han documentado el efecto de la violencia motivada por la orientación sexual o la identidad de género.

Esta violencia encuentra sus raíces en un ambiente de discriminación y estigmatización que ve en la persona LGBT un alejamiento de las normas sociales y de los roles de género tradicionalmente establecidos. La violencia debe entenderse en este contexto como un mecanismo de control y corrección por transgredir esas normas. Y son los hombres gays y las mujeres trans —los grupos más visibles e identificables de la comunidad LGBT— los que se encuentran en especial situación de vulnerabilidad ante las distintas formas de intimidación, las amenazas, las agresiones físicas, la violencia sexual e incluso el asesinato.

En Guatemala, por ejemplo, se reportaron 40 asesinatos de personas trans en 2016, mientras que Honduras registró 86 entre 2009 y 2016. En El Salvador ocurrieron 28 ataques graves —incluyendo asesinatos— entre enero y septiembre de 2017.

En nuestro país, las protecciones contra la discriminación no incluyen la orientación sexual o la identidad de género como circunstancias agravantes. Y la propuesta de la diputada Sandra Morán para enmendar esto naufragó en un Congreso insensible y en un clima político hostil.

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Refugiados LGBTI: construir una vida nueva en Costa Rica

Juan Alba Mejía es josefino. Solía vivir al norte de la capital y, ahora vive en el centro. Es un hombre gay, moreno y atlético. Dice que fue en Costa Rica donde comenzó a asistir diariamente al gimnasio.

Tiene 28 años y quiere terminar un bachillerato universitario en el país.

Hace casi cinco años, Alba Mejía fue testigo de un asesinato del crimen organizado y su vida perdió el hilo de la normalidad. Fue asediado en su casa y en su trabajo. Finalmente, recibió una nota en el que amenazaban con matarlo.

En agosto del 2014, sus colegas, sus amigos, su familia… todos se quedaron detrás de las fronteras, en Honduras.

“El temor mío era que me buscaran como el único testigo que había de esa muerte y que después atentaran contra mi vida”, dice Alba Mejía sobre la razón de su viaje sin retorno.

“El mismo día saqué pasaporte, compré el boleto que no sabía ni para dónde sería y lo que se me vino a la cabeza fue Costa Rica. Me vine en Ticabús. Fue muy difícil porque, no creas, dejé la familia. Aunque la relación no fuera buena, siempre sentís un poco de apoyo. Aunque te desprecien, tarde o temprano te van a querer. Pero yo me dije que la distancia iba a hacer que las cosas cambiaran. Cuando venía pasando la frontera, sentí aquella cosa tan rara que se me llenaron los ojos de agua y me puse a llorar. Dije: ‘Dios, dejé mi vida, mi trabajo, mis estudios y mi círculo de amigos’. Empecé una vida de cero. No ha sido fácil”, asegura Alba Mejía, quien desde mayo pasado cuenta con su condición de refugiado.

“A veces, las circunstancias te obligan a salir adelante y dejar todo atrás porque tienes que buscar tu paz interior. Tienes que buscar tu seguridad. Yo decidí salir de mi país”, dice el hondureño.

El caso de Alba Mejía tardó tres años en resolverse. En octubre del 2017 apeló una primera negativa y, tras participar de una audiencia en marzo, cuenta con asilo desde hace poco más de un mes.

Desde el 2015, la Dirección de Migración y Extranjería cuenta con el detalle de las personas refugiadas por razón de su orientación sexual –es decir, hombres gay, lesbianas y bisexuales– o su identidad de género –usualmente, personas trans–.

Según información proporcionada por la organización Comunidad Casabierta, especializada en temas de migración LGBTI, los centroamericanos buscan protección de Costa Rica por casos de violencia física, amenazas verbales, persecución, acoso y, en general, por la inseguridad que sienten en sus países natales.

Migración asegura que, entre el 2015 y hasta este junio, 50 peticiones han sido aprobadas por ese criterio.

Del total de 520 casos de refugiados que fueron aceptados en ese mismo tiempo, casi un 10% forma parte del criterio de orientación sexual e identidad de género.

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Gobierno recibe opinión consultiva de Corte Interamericana de Derechos Humanos

El Gobierno de la República celebra la Opinión Consultiva emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), ante la solicitud realizada por el Estado de Costa Rica, representado por la Vicepresidenta de la República, Ana Helena Chacón Echeverría, Marvin Carvajal Pérez, Director Jurídico de Presidencia y Eugenia Gutiérrez Ruiz, Directora Jurídica de Cancillería.

Esta mañana, la Corte IDH notificó al país su decisión, en la cual establece parámetros claros, de acatamiento obligatorio para todos los Estados americanos, para asegurar que las personas LGBTI tengan garantizados todos sus derechos convencionales, sin ninguna discriminación.

El Estado costarricense es respetuoso de la investidura de la Corte Interamericana, y procederá de inmediato a estudiar la forma más efectiva y expedita de hacer cumplir como Estado los estándares desarrollados en esta resolución.

A partir de esta notificación, el Gobierno de la República estudiará con detenimiento las cerca de 150 páginas que conforman la opinión y los votos separados, a efecto de desarrollar las medidas necesarias para garantizar los derechos humanos en consulta. Estas medidas pueden implicar la aprobación de proyectos de ley, la emisión de normas reglamentarias, directrices, entre otras.

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El triángulo de la homofobia en Centroamérica

Un boleto de autobús y poco menos de 20 dólares en el bolsillo. Eso era todo con lo que contaba “Adrián” cuando pisó, por primera vez, territorio costarricense. No tuvo mucho tiempo para planear las cosas: la suya fue una salida de emergencia. En una Honduras marcada por la homofobia y los crímenes de odio, quedarse no era una opción.

La historia de Adrián, cuya identidad está protegida, puede sumarse a las de 1.797 personas que han llegado a Costa Rica en busca de refugio a mayo de este año, provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Sin embargo, se trata de un caso más complejo: Adrián forma parte de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero y Transexuales) de los países del Triángulo Norte de Centroamérica que han solicitado refugio por motivos de persecución por su orientación sexual.

“Un nuevo tipo de refugiado”, le llaman algunos. Tan novedoso que en la mayoría de los países, al menos en Latinoamérica, este tipo de persecución no es reconocida como tal. En los formularios no existe esa opción para elegir y los solicitantes que llegan a las oficinas de migración muchas veces prefieren no mencionarlo.

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